IMPACTO LITERARIO

EL CONEJO GENEROSO
Hubo una vez en un lugar una época de muchísima sequía y hambre para los animales. Un conejo muy pobre caminaba triste por el campo cuando se le apareció un mago que le entregó un saco con varias ramitas.-hola conejo, te entrego estas ramitas si sabes usarlas, se harán mágicas y serás afortunado. El conejito se moría de hambre, pero decidió no morder las ramitas pensando en darles buen uso.
-tengo mucha hambre, no he comido pobre de mí y de mi barriguita, quisiera comerlas pero me aguantaré. Al volver a casa, encontró una ovejita muy viejita y pobre que casi no podía caminar. La oveja le dijo-"Dame algo, por favor", tengo hambre el conejito no tenía nada salvo las ramitas, pero como eran mágicas se resistía a dárselas. Sin embargó, recordó como sus padres le enseñaron desde pequeño a compartirlo todo, así que sacó una ramita del saco y se la dio a la oveja.-ovejita, te compartiré esta ramita, espero que puedas saciar en algo tu hambre. –gracias amigo conejo, Dios se lo pague. Al instante, la rama brilló con mil colores, mostrando su magia. El conejito siguió contrariado y contento a la vez, pensando que había dejado escapar una ramita mágica,-no puede ser se fue la ramita mágica pero que le vamos hacer en el mundo nunca se sabe con la sed que otro vive la ovejita la necesitaba más. Lo mismo le ocurrió con un pato ciego y un gallo cojo, de forma que al llegar a su casa sólo le quedaba una de las ramitas. Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron muy orgullosos por su comportamiento.-muy bien hijo te felicitamos nunca nos equivocamos al decirle a todo el bosque que eras el mejor hijo del mundo. Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito pequeño, llorando por el hambre, y también se la dio a él.-no llores más, que la vida tiene muchas cosas bonitas que nos hacen sonreír, ahora come tranquilo que tú hambre pasará.
En ese momento apareció el mago con gran estruendo, y preguntó al conejito- ¿Dónde están las ramitas mágicas que te entregué-¿qué es lo que has hecho con ellas? El conejito se asustó-mago perdóname por lo que hice con las ramitas mágicas, lo que pasa es que, bueno te diré la verdad en el mundo hay mucha necesidad y son pocas las personas y animales de buen corazón y como dijo Jesús”bienaventurados los que sufren por sus hermanos “ pero el mago le cortó diciendo -¿No te dije que si las usabas bien serían más mágicas?.- ¡Pues sal fuera y mira lo que has hecho! Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos los campos de alrededor se habían convertido en una maravillosa granja llena de agua y comida para todos los animales!!Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos, y con gran alegría y con lágrimas de felicidad en sus pequeños azabaches exclamó diciendo:-cuando hacemos las cosas desinteresadamente del cielo nos llueven bendiciones, ojalá que todos fueran así no me importaría vivir en un diluvio de amor.